Como ya es bien sabido, el 4 de febrero de cada año es el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer, por ello ésta semana decidí prepararles un artículo referente a su relación con la nutrición y cómo es que ésta puede ayudarnos o bien, hacernos más propensos a padecer esta enfermedad, empecemos por los datos duros.
¿Sabían qué…?
De acuerdo a la OMS, el 30% de las muertes relacionadas con el cáncer se deben a cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado (sobre peso/ obesidad), mínima ingesta de frutas y verduras, falta de actividad física y el consumo de alcohol y tabaco.
Es importante mencionar que muchos tipos de cáncer se pueden prevenir si evitamos la exposición a los factores de riesgo previamente mencionados y que un porcentaje importante de cáncer puede curarse por medio de cirugías, quimioterapias o radioterapia si son detectados a tiempo.
Nutrición
Aunque no se crea, la alimentación juega una pieza clave en estas enfermedades, puede ayudarnos a prevenirlas si nuestros hábitos alimenticios son correctos o bien puede hacernos más propensos a padecerlas si comemos alimentos ricos en grasas y con pocos nutrientes, a continuación les comparto algunos alimentos que podemos procurar o evitar:
Alimentos que nos ayudan a prevenir el cáncer:
En caso de padecer algún tipo de cáncer, el comer los alimentos indicados antes, durante y después de los tratamientos utilizados, ayudarán a los pacientes a sentirse mejor y más fuertes, las dietas variarán dependiendo del tratamiento que se haya elegido para erradicar la enfermedad, algunas dietas necesitarán el consumo de algunos nutrientes y otras necesitarán más de otros.
Alimentos que debemos evitar o que nos hacen más propensos a éste padecimiento:
No todo es la alimentación
Tanto las revisiones médicas como los hábitos alimenticios son importantísimos para prevenir y luchar contra éstas enfermedades pero necesitamos más que sólo alimentarnos de manera correcta; la actividad física también es uno de los principales factores que nos ayudarán a sentirnos mejor, tanto para prevenir como si ya se encuentran en algún tratamiento. El sedentarismo puede ser un enemigo mortal y un principal factor para poner en peligro nuestra salud.
“Lo barato sale caro”
A veces nos quejamos o mucho se menciona que comer sanamente es “caro”, ¿quién no lo ha pensado? Tal vez en el momento nos resulta más económico y satisfactorio consumir alimentos chatarra que nos llenaran y cumplirán con la tarea de “proporcionarnos energía”, no pensamos que en lugar de nutrirnos nos llenamos de calorías vacías y que a largo plazo eso que “nos ahorramos” es muy probable que lo tengamos que “invertir” en algún tipo de asistencia médica.
Como lo he mencionado en artículos anteriores no está mal que de vez en cuando nos demos algunos gustitos y pequemos con alimentos no tan sanos, el punto clave siempre está en moderarnos con las cantidades y poner un balance donde abunden los alimentos nutritivos para nuestra salud. Cuidemos lo que comemos para no solo vernos bien sino también sentirnos mejor.
Es importante que tanto para prevenir o bien si ya se padece algún tipo de cáncer se trabaje en equipo tanto el nutriólogo como el oncólogo para evaluar al paciente y determinar cuál sería la dieta recomendada para cada paciente en específico.